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Una espectacular mañana de domingo nos recibió en la esquina de la Avda. Ocho de Octubre y Pan de Azúcar, para ser parte de una gran prueba de atletismo. Junto a casi un millar de compañeros y compañeras nos lanzamos a recorrer las calles de Villa Española, y es ineludible manifestarlo así dado el aurirrojo constante en el transcurso del circuito.La largada conjunta entre mayores y menores tiene aspectos interesantes, aunque se coincide en general que lo mejor es tener dos carreras separadas. La anécdota surge, en este caso, por la confusión de algunos sobre dónde se debía realizar el giro para la segunda vuelta de los mayores, mientras los chicos y chicas definían sus posiciones. Debo contarles que fui golpeado por un colega al hacerle notar que se iba del recorrido continuando hacia la llegada. Esto, claro está fue en forma absolutamente involuntaria, pero en esos momentos, y a todo aquel que le hayan hecho una zancadilla o recibió una brazada sabrán a lo que me refiero, se te va la carrera de la mente y te cuesta retomar.
El aliento permanente de vecinos y allegados demostró una vez más que esta carrera se transforma en un clásico de la AAU, según nos cuentan otras personas. En nuestra primera experiencia nos sentimos muy cómodos y esperamos retornar el 2009.
Por Pablo Cereijo
