LyS en Sauce

Una variedad de elementos componen la crónica de la sexta etapa: un par de ausencias y un debut en el equipo, otro viaje complicado, Artigas, la unidad latinoamericana y la familia. Pero si algo se debe destacar El Frío.

Veníamos ligando bastante con el tiempo en las primeras etapas, pero en alguna sabíamos que el frío iba a ser el protagonista. Con frío mucha gente no concurre. Con frío la variedad de atuendos de abrigo que utilizan los corredores es digna de destaque. Con frío los vecinos del lugar no salen a dar el aplauso. Con frío esperar en la cola de los baños químicos es insano. Tanto que uno prefiere morderse las ganas y salir al camino.

Pero desarrollemos los titulares. A dos de nuestros representantes el hecho de no estar al día con la cuota les quitó la mochila de participar, agregando ese peso en los que sí hicimos lo que corresponde. Les debe pasar a muchos en sus equipos. Por esa razón, el ansiado retorno del hijo de Don Maglioni tendrá que esperar a Julio, y el vertiginoso ascenso de Patricio vuelve a verse postergado. Bueno, todavía no lo notamos el ascenso.

En este gris panorama, tanto por la jornada como por las bajas del plantel, se da una positiva: el estreno de la Agrupación Corredora Lujuriosa y Sedentaria en menores. Estreno que pudo verse empañado por la no llegada del competidor, dado a otra peripecia del cada vez más célebre Luju-móvil. Aunque hay que decirlo, el vehículo anduvo 100 puntos. Los que estuvieron medio perdidos fueron los pasajeros. Luego de consultas difusas que casi los depositan en la ciudad de Canelones, encontraron el camino correcto y le permitieron al novato realizar un más que necesario calentamiento.

Renzo anduvo muy bien. Marcó presencia desde que se plantó en la línea de largada. Por ser el menor más ancho y por correr de pijama. Su desempeño genera expectativas de mejoría y su buena lectura del terreno será fundamental para los mayores.

Hablábamos de la cantidad de participantes. Un notorio descenso proporcional a la temperatura. Unas 500 personas se hicieron cita en Sauce para celebrar la etapa más patriótica del calendario, y hasta hoy la más fría, por si no había quedado claro. Con el plus de tener representación internacional (chiste barato, si el ganador de la carrera es de-Morón, que nos queda al resto, je) ¡¡¡Y justo había un venezolano!!!

Ah, la familia. Bien gracias. Para uno que espera que la familia lo aliente, una vez que tiene la oportunidad de que lo vean (porque viven en Sauce, no crean que fueron a verme), el sistema de 2 vueltas se volvió perjudicial. Ubicados apenas pasar el puente sobre el arroyo Sauce, en la primera pasada estaba integrado al pelotón y recibí afecto y apoyo. En la segunda, con desgaste y un compañero 30 metros adelante, lo que se escuchó fue: “sos una vieja” y “vas último”. Ya sé cual es el descarte del año que viene, je.
Con los inconvenientes expuestos la actuación del equipo fue muy buena, con los destaques de los hermanos Teijeiro. Seba y Leti bajaron considerablemente sus registros. Para los Pablos queda la satisfacción de dar dura lucha para mantener los promedios de Parque del Plata como muestra de mejoría. Un mes nos separa de la próxima aparición, aunque nunca se sabe si habrá otra oportunidad para lucir los colores de la Lujuriosa.
Por Pablo Cereijo
 
Agrupación Corredora Lujuriosa y Sedentaria | TNB