1/2 Maratón de Montevideo


La Lujuriosa en su primera Media

En el comienzo, recordar a la figura de Don Maglioni, nuestra principal motivación y primer lujurioso en correr esta distancia. Para esta ocasión, con dos primerizos y un segunda salida, estaba claro que la prioridad era, más que nunca, llegar a la meta. Llegar en hora para realizar los ejercicios pre-competitivos de rigor y disfrutar del clima habitual de camaradería de cada carrera también es importante. El tema es que el espíritu olímpico estaba complicado de rebasar en la fría mañana dominguera. No daban ganas de largar la cama y dejar de ver la final del tenis masculino y alentar al chileno González, pero cuando entregó el segundo set era obvio que Nadal sería medalla de oro. Si quieren postales de la previa, busquen en otro reporte.

Este cronista llegó tarde en serio, y para no dejar dudas de ello les recomiendo apreciar las fotos donde me cambio en plena Luis Alberto de Herrera. En versiones extraoficiales, salí unos tres minutos después que el colectivo, lo que hizo que mi estrategia de carrera se viera modificada por completo (es cierto, planifico las carreras). La mañana se presentó fresca y sumamente disfrutable para correr, aunque para algunos fue demasiado fría y decidieron cortar el esfuerzo antes de tiempo. El viento en contra jugó su papel en la segunda parte del recorrido, o sea, para volver.

En cuanto a los resultados, los tres mosqueteros cumplimos con creces en la oportunidad. Dogliotti confirmó que si empezaba a entrenar con criterio puede aspirar a lugares de privilegio (al menos dentro del equipo) y anduvo en la marca de Don Maglioni en 2007. Cereijo, con llegada tarde y todo, bajó ocho minutos de la media 2007 en el mismo circuito, y Seba, bueh, de pique bajó las dos horas, objetivo que tenía previsto para dentro de un tiempo y hasta le dio tiempo de comerse una manzanita verde para recargar energías.

El agradecimiento para Leti y Nathy que fueron las únicas que acompañaron el esfuerzo y testimoniaron a través de las imágenes nuestra participación. Es claro que el amor influye a la hora de estar 90, 100, 120 minutos esperándonos, pero el sentimiento lujurioso es más fuerte.

El mensaje para el resto de los compañeros/as es que se animen a correr una media. Ahí pueden pasar dos cosas: o se envician del todo con esta actividad o abandonan la idea. Ah, correr una maratón… son dos media maratón juntas… bueno… ¡¡¡La puta que vale la pena estar vivo!!! No sé si daba para cerrar así, pero en la noche del sábado vi Caballos Salvajes y me sirvió de inspiración (es cierto, me inspiro para correr)

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Agrupación Corredora Lujuriosa y Sedentaria | TNB